Poema de Abril

Tu presencia y tu mirada reconfortan mis sentidos,
pero vivo con tu ausencia destrozando mi destino.

Una chispa de tus ojos, un retazo de tus labios
un amago de suspiro que me rompe en mil pedazos.
No es mi vida la que sufro, no es mi pena la que ahogo.
No es mi sangre la que sale entre mis lágrimas.
Es tu vida, es tu pena es tu sangre y son tus ojos.

Que mi vida se abandona con tu olvido
que mi pena se me rompe en un suspiro
que mi sangre ya no corre
y en mi cuerpo son despojos tus desaires desqueridos.

Me enseñaste en la distancia los misterios de la vida.
Vi por tus ojos las estrellas más brillantes
pintaba con el sol tu sonrisa sin mirarte
y besé cada centímetro de tu cuerpo sin tocarte.
casi pude arañarte un beso,
pero fue lo que más tuve, un CASI,
que los besos sí los dabas pero no eran a mis besos
que abrazos sí que sobraban pero no eran a mis brazos.

Que hasta una caricia habría bastado de tus llemas en mis labios
para hacerme saber que sientes lo que dicen tus encantos.

Ya te has ido, ya no estás
y lo poco que me dejas no me llega ni a rozar.
Hoy no busco, hoy no espero
y los lazos que anudamos se han cortado sin rasero.

El crepúsculo de la amistad se ha teñido de negrura
Y el amor que me ha ensoñado me desvela en su agonía.
Se va muriendo. Ya se ha muerto. Ya no existe ya es historia.
Es la historia de mi vida, una vida sin historia.